Marco Antonio Escobedo
Llega a la Redacción de diarionoticiasweb.com un documento con el título: “SSPCDMX intimida a ciudadanos para que no denuncien”, y cita el caso de la jefa Delta de Mixquic.
“El pasado 14 de octubre, Azucena Martínez Flores, siendo una Policia Segundo y con tan solo ocho años de antigüedad e impuesta por el señor con indicativo BERSERKER, Director Ejecutivo de la Región ORIENTE y cobijada por el jefe de sector con indicativo MIXQUIC, presiona a los elementos a su cargo para que intimiden a los ciudadanos con el fin de que no denuncien los hechos delictivos que se cometen en dicha zona”, precisa.
Para sostener su dicho, los denunciantes “muestran mediante un audio, la forma en que opera la Secretaría de Seguridad Pública capitalina para evitar que la gente acuda a levantar una denuncia”.
Al policía “se le da la orden para que no deje que se levante la respectiva denuncia de un vehículo que momentos antes fue robado. Acto que por derecho tenemos los ciudadanos para que se empiece una investigación y la búsqueda inmediata de la unidad robada”.
IMAGINARIA ESTÁ EN EL MP
“En el audio se evidencia como la servidora pública amenaza al Policía que tiene como indicativo “IMAGINARIA” que se encuentra en el Ministerio Público, diciéndole que por ningún motivo debe levantarse la denuncia de ese vehículo y que si entra, será arrestado. ¡Arrestado!, por dejar que los ciudadanos ejerzan el derecho que por ley nos corresponde”.
Añade la denuncia: “Así operan los mandos de la Secretaría de Seguridad Pública bateando los delitos, término que utilizan los mandos policiales al acto de intimidar a los ciudadanos para que no levanten denuncia alguna. Incluso se escucha por el audio que le ordena a IMAGINARIA que saque al ciudadano del Ministerio Público”.
ACTOS DE INTIMIDACIÓN
“Estos actos de intimidación -se anota en el documento recibido en nuestra Redacción-, son sancionados por el CÓDIGO PENAL DE LA CIUDAD DE MÉXICO en su CAPITULO VI ARTICULO 269, donde dice que se le impondrá de tres a diez años de prisión al servidor público que intimide a cualquier persona para evitar que ésta denuncie, formule querella de la presunta comisión de un delito”.
“Al no dejar denunciar al ciudadano, el policía que es un servidor público, se convierte en cómplice de la delincuencia. Y ello ocurre en la alcaldía Tláhuac, donde han habido tantos escándalos de corrupción y asociación delictuosa con el crimen organizado”, finaliza el documento.
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